Ver para creer, vamos al lío:
Primero hay que hacer una faena ingente pelando ajos ( que remedio ) . Aquí los veis todos dentro del vaso.
3 Pulsos después ya tenemos un montón de ajo super bien picadito y sin sufrir por ello ni maltratarte las yemas de los dedos en el proceso.
Los puedes guardar en un tarro de cristal con aceite de oliva virgen
En éste caso antes de ponerlo en el congelador es importante que el ajo esté extendido bien plano, esto facilita una congelación adecuada y lo que es más importante facilita luego el extraer ajo para su uso. ya que se convierte en una especia de tableta plana de ajo de la que puedes ir partiendo trocitos , os aseguro que es de lo más práctico y cómodo
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